El proceso de revisión de la NOM-051 en México ha ignorado propuestas clave para mejorar el etiquetado frontal de advertencia en productos ultraprocesados y bebidas endulzadas. Aunque desde 2020 este etiquetado ha demostrado efectos positivos en la conducta alimentaria—como la reducción del consumo de azúcares, grasas saturadas y sodio—las autoridades regulatorias omitieron discutir mejoras técnicas y de visibilidad durante la actualización normativa de 2025.
Estudios del Food Policy Study revelan que el 80% de padres y madres modificaron sus decisiones de compra gracias al etiquetado, y el 75% de adultos mejoraron sus hábitos alimentarios. Sin embargo, diversas industrias han explotado vacíos legales para ocultar información crítica: uso de letras diminutas, ubicación de octágonos en zonas poco visibles del empaque, y leyendas ilegibles sobre cafeína y edulcorantes.
Mientras países como Argentina y Colombia han reforzado sus normas con criterios claros de tamaño y posición, México evitó incluir estas mejoras en el Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad. Expertos como Ana Larrañaga y Javier Zúñiga, de El Poder del Consumidor, denunciaron que los grupos de trabajo no permitieron discusiones basadas en evidencia ni escucharon propuestas técnicas. Incluso se presentó un amparo legal para exigir transparencia y participación efectiva en el proceso.
Katia García, académica de la UACM, subraya que el proceso de 2025 fue mucho menos riguroso que el de 2019, ignorando peticiones de sectores libres de conflicto de interés. Alejandro Calvillo concluye que la aplicación ilegible de advertencias contradice el objetivo legítimo de la NOM-051: proteger la salud pública mediante información clara y veraz.
La omisión de mejoras no solo representa una falla técnica, sino una falta de compromiso ético del Estado frente al derecho ciudadano a la salud y a la información.
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