En el marco de la querella entre vecinos y dueños del restaurante-bar Casablanca, donde unos acusan a las autoridades municipales de favorecer los intereses del establecimiento, y los otros las presionan para que agilicen la expedición de su licencia de funcionamiento (todavía no otorgada), el secretario del Ayuntamiento, Yankel Alfredo Benítez Silva, defendió que los filtros impuestos dan transparencia a los procesos.
El restaurante-bar Casablanca comenzó sus operaciones en marzo de este año, a pesar de no contar con una licencia para tal efecto, hecho que los vecinos denunciaron ante la Dirección de Inspección y Vigilancia, que de inicio no atendió el llamado –según lo refieren los más de 38 colonos organizados–, pero que finalmente, el 12 de junio, después de la insistencia ciudadana, clausuró el establecimiento. A pesar de ello, el negocio siguió en funcionamiento un par de semanas más.
Contra las declaraciones de Benítez Silva, el grupo de colonos también ha cuestionado la presunta certeza que otorgarían los procedimientos que ha llevado a cabo la Comisión de Desarrollo Económico, Comercio y Trabajo, al frente de la cual está la regidora Minerva Bautista Gómez, ya que aseguran que es mentira que el 80 por ciento de los vecinos hayan estado de acuerdo en la apertura del establecimiento, puesto que –argumentan– hay algunos a quienes ni siquiera les han preguntado y otros que dieron su anuencia, pero que ni siquiera son residentes de la zona.
Luego de que la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) calificara como “cuello de botella” el hecho de que una solicitud tenga que pasar por la verificación de comisiones y luego por la aprobación del Cabildo para ser otorgada, el secretario contraargumentó que son recursos que le dan tranquilidad a los morelianos: “Creo que no hay nada más transparente que lo que se está haciendo actualmente”.
Acusó que en administraciones pasadas las licencias se daban, “fast track” (por la vía rápida), y presumió que ahora “hay una revisión muy a conciencia” por parte de la Comisión encargada, “y eso implica tiempo”.
Convocó a los empresarios a que “se eviten la posibilidad de poner en riesgo la inversión que hacen” y que, antes de arrancar un negocio, se acerquen al Ayuntamiento y logren los permisos y condiciones necesarias para funcionar, ya que de lo contrario tendrán que ser clausurados, como ha sucedido en 50 casos en lo que va de la actual administración municipal.