Costa Rica está apostando por una transformación profunda de su modelo económico, con el objetivo de consolidarse como un destino competitivo para la inversión extranjera y el talento global. La nueva hoja de ruta, impulsada por el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) y la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), se enfoca en cinco pilares estratégicos: talento humano, infraestructura, clima de inversión, innovación y sostenibilidad.
Uno de los ejes más destacados es el fortalecimiento del capital humano. El país busca alinear su oferta educativa con las demandas del mercado, especialmente en áreas como tecnología, ciencias de la vida y servicios digitales. Esto incluye programas de formación técnica, bilingüismo y reconversión laboral para facilitar la inserción de más costarricenses en sectores de alto valor agregado.
En cuanto a infraestructura, se plantea una modernización de puertos, carreteras y conectividad digital, con el fin de reducir costos logísticos y mejorar la competitividad territorial. También se busca simplificar trámites y mejorar la eficiencia institucional para atraer más inversión extranjera directa.
La hoja de ruta reconoce que Costa Rica no compite solo por costos, sino por valor. Por eso, se promueve un modelo de desarrollo sostenible, con énfasis en energías limpias, economía circular y respeto por los derechos laborales. Esta visión busca posicionar al país como un socio confiable y ético en las cadenas globales de suministro.
Este plan estratégico no solo responde a los desafíos del nearshoring y la reconfiguración geopolítica, sino que también busca consolidar a Costa Rica como un hub regional de innovación, talento y sostenibilidad. Si logra ejecutar esta hoja de ruta con eficacia, el país podría fortalecer su liderazgo en América Latina y atraer inversiones de largo plazo que generen empleo de calidad y bienestar social.
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