Eliminación de barreras en los mercados de producción de carne podría resultar en una significativa reducción de costos: Cofece

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha anunciado que la eliminación de barreras regulatorias injustificadas en los mercados de producción, distribución y comercialización de carne de res podría resultar en una significativa reducción de costos en toda la cadena, alcanzando hasta los 57 mil millones de pesos. Esta afirmación se desprende del reciente Estudio de Libre Concurrencia y Competencia en Carne de Res, publicado por la Cofece, el cual destaca la importancia de promover una mayor competencia y libre concurrencia en estos mercados.

Según la Cofece, la eliminación de dichas barreras regulatorias injustificadas permitiría un mercado más competitivo, lo que beneficiaría a las familias mexicanas al brindarles acceso a carne de mayor calidad a precios más bajos. Se estima que los beneficios para los consumidores podrían ascender a por lo menos 20 mil 50 millones de pesos por año, aunque podrían alcanzar hasta los 57 mil millones de pesos.

El estudio también señala que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la carne de res es un alimento ampliamente demandado por las familias mexicanas, pero las de menores ingresos a menudo enfrentan dificultades para acceder a ella.

Entre las propuestas de la Cofece se encuentra la reforma de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la Ley de Organizaciones Ganaderas y la Ley Federal de Sanidad Animal, así como la eliminación de permisos de movilidad del ganado y productos derivados a nivel estatal, en colaboración con el Consejo Nacional de Mejora Regulatoria.

Además, se sugiere que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realice campañas de divulgación sobre la calidad e inocuidad de la carne, con el fin de que los consumidores puedan tomar decisiones más informadas al realizar sus compras.

La Cofece también recomienda diseñar estrategias para mejorar la tecnología y modernizar los rastros municipales y no-TIF, de modo que puedan obtener una certificación equivalente a la TIF, lo que permitiría una mayor participación de pequeños ganaderos y la producción de carne de alta calidad e inocuidad.

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