¿Por qué hay que despertarse temprano?

1.¿Por qué hay que despertarse temprano?

Dormir es importante para restablecer las fuerzas, por lo tanto, despertarte temprano sin tomar en cuenta la hora a la que te duermes, es un grave error.
La duración óptima del sueño para un adulto es 8 horas.Si estás cansado, enfermo o has tenido un agotamiento emocional o físico, debes dormir de 9 a 12 horas.Tal vez te sean suficientes 6 horas siempre y cuando tu cuerpo y tu sistema nervioso estén en un estado perfecto, y también si estás enamorado, tienes un proyecto importante qué hacer, un niño pequeño u otros asuntos urgentes. Pero, por lo general, son fenómenos pasajeros, y es mejor no abusar de esto.

2. El cansancio te ayuda a dormir

Este punto está estrechamente relacionado con el anterior: es paradójico pero el cansancio físico o moral ayuda a dormir rápido. Es por eso que a lo largo del día no solo hay que emplear mucho tu cabeza sino también hacer ejercicio físico. Cuando tu día está planeado minuto por minuto y literalmente caes rendido en la cama, tu organismo se duerme rápido.

3.Toma una siesta de media hora

Nota a qué hora te sientes con la energía baja y duerme una siesta a esa hora. Una siesta de 20-30 minutos te regresará la atención y aumentará tu eficiencia. Y al final del día, aún estarás lleno de fuerzas en vez de sentirte agotado, por lo tanto, lograrás hacer más cosas, estarás más contento contigo mismo y pasarás una bonita tarde.

4. Pon 2 alarmas por la mañana

Compra 2 despertadores y ponlos lejos de la cama.Elige los tonos más detestables y pon el intervalo de 5 minutos entre las dos alarmas.¡Listo!

5. Inventa algunos rituales nocturnos

Rituales diarios como lavarse la cara y cepillarse los dientes son más bien una necesidad, por lo tanto, no funcionarán. Elige algo que hagas con placer y dedícale a tu nuevo hábito algo de tiempo justo antes de dormir. Esto te preparará para tener buenos sueños y te quitará las preocupaciones del día anterior.
Por ejemplo, podrías caminar unos 20 minutos antes de dormir o leer algún libro. Lo primero te ayudará a refrescarte y ordenar tus pensamientos, y lo segundo, olvidarte de todos los asuntos sumergiéndote en el mundo de personajes ficticios.
Una recomendación general: no intentes “implementar“ todos los buenos hábitos de la noche a la mañana. Es mejor hacerlo poco a poco, semana tras semana avanzar al ritmo deseado sin rendirte. Convertirte de un ”búho” en una “alondra” puede parecer una tarea complicada pero tu organismo se acostumbrará más rápido de lo que crees. ¡Anímate!